La reciente imposición de la justicia norteamericana al pago inmediato y
en efectivo a los fondos buitres trae a discusión consideraciones que
se encontraban latentes en el contexto de la globalización actual del
capitalismo, dejando expuesto que la cuestión excede a la Argentina. En
ese sentido, dos cuestiones resultan esclarecedoras.
1-La
imposición de jurisdicción extranjera para la ejecución de contratos con
el Estado, como consecuencia de la falta de normativa internacional que
respete la soberanía legal de los pueblos, forma parte de un fenómeno
más vasto con el cual opera la globalización: la deconstrucción del
Estado Nación como forma de relación autonómica. La pérdida de soberanía
legal, económica, política, la extranjerización productiva de la
economía, son manifestaciones de una política delineada con pericia por
los centros de poder mundial.
No puede desconocerse que el
disciplinamiento al que nos intentan someter articula con elementos
intrínsecos a las relaciones políticas locales; caranchos y cipayos
sería adjetivos pertinentes para su caracterización.
Si bien el
intento para desmontar el Estado Nación no es una novedad, atravesamos
una ofensiva con perspectiva de esmerilarlo. Lo que se busca es remover
el obstáculo que éste ha significado en la circulación del capital
especulativo.
Políticas proteccionista para resguardar la
industria nacional, impedir el monitoreo extranjero de las cuentas
públicas, implementar el anclaje de parte del capital golondrina,
políticas hacia el sector bancario para que éste insufle divisas y el
direccionamiento de recursos a créditos productivos, la franca oposición
a las áreas de libre comercio con lo países centrales, son todas
políticas públicas que se basan en la existencia de un Estado Nación en
términos estructurales con características populares y en expansión.
Este es el condimento esencial sobre el cual los líderes
latinoamericanos enfrentaron al ALCA, comenzando a pensarse seriamente
como bloque regional.
La integración regional, con márgenes
amplios de complementariedad, asociados a un nuevo modelo de Estado
Social exige salvaguardar esta forma de Estado; cualquier modificación
de su diseño que ceda prerrogativas nacionales, debe estar abordado en
pos de profundizar la unidad, generando una institucionalidad supra
nacional que sea garante de los diversos derechos de los pueblos.
2- Otra cuestión meridional radica en visibilizar la existencia de una
trama velada respecto al rol que juegan los fondos buitres en el
concierto de las finanzas globales. El objetivo especulativo no agota la
función asumida, sino que se desempeña como máscara que encubre el
hecho de ser los arietes de las economías centrales, en la búsqueda de
disciplinar a los pueblos que pujan por emerger. La ingeniería
desplegada por ellos puede presentar características novedosas en tanto
adaptación del estado de desarrollo del capitalismo financiero, pero la
función estratégica desplegada es la misma.
En los 80`s el
instrumento utilizado para dicho fines fue la deuda externa
latinoamericana, a través de la cual se forzó la implementación de
políticas neoliberales, por las cuales se construyó un modelo de Estado
que facilitó la apropiación foránea de los recursos naturales
estratégicos, impidiendo cualquier proceso de modificación de la matriz
productiva condenándonos al extractivismo.
En la otra parte del
globo, África, la operación desplegada en pos del mismo objetivo se dio
con otras características. Las potencias occidentales fagocitaron
guerras fraticidas a lo largo de todo el continente, suministrando armas
a ambos bandos para mantener fluida la demanda de pertrechos durante
largos períodos. Esto generó cuantiosas deudas externas en países que ya
eran paupérrimos. El pago de dichas deudas estuvo asociado al acceso de
las potencias a los recursos naturales de esos pueblos.
Evaluando la sustentabilidad de las intervenciones militares, puede
sostenerse que la ocupación territorial se ha mostrado menos eficiente
que la utilización de las deudas externas y la deconstrucción del Estado
Nación de los países que pujan por emerger, a la hora de reafirmar un
orden mundial injusto.
En este contexto la heterodoxia de
Argentina en el manejo de su deuda, permitiendo acrecentar márgenes de
soberanía y conducir la administración en términos nacionales de los
recursos, produjo una anomalía en el sistema mundial. Es por este motivo
que se pena al país, y el juez, Thomas Griesa no resulta ajeno a esos
intereses.
Por último, resulta difícil pensar en desmarcarse
de este estado de cosas, apelando solamente a las herramientas
nacionales. La condición de posibilidad de romper las cadenas tiene su
eje central en el grado de integración regional que se alcance. Celac y
bloque Sudamericano son la salida en clave libertaria.
Un artículo de Mariano Massaro.
Azpijoko ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Comentarios
Publicar un comentario